Es una gran desconocida, a nosotros nos tocó pasar por allà y decidimos entrar y fue lo que más me impresionó de ROma, todo lo demás lo conocÃa de verlo en fotos pero esta el interior de esta iglesia me llamo muchÃsimo la atención.
Como vereÃs en la foto por fuera es bastante simple para lo acostumbrado en el arte romano, pero en su interior el color y la luminosidad te invaden. Hay un espejo enorme por el que puedes mirar el techo, este es una mezcla de pintura y escultura pero no sabes muy bien donde acaba una y donde empieza la otra. Además tuvimos la suerte de ver a jóvenes sentados en los bancos de la iglesia pintando el altar mayor, suponemos que estudiantes de bellas artes.
Si vais de verdad que merece la pena escaparos un segundo a verla mientras paseais por Roma, no os defraudará.